No puede ser de otra forma, la inestabilidad económica mundial también pasa factura al sector del transporte en Europa, con un crecimiento muy inferior al de años precedentes. No estaríamos hablando de un brusco frenazo, más bien de una desaceleración progresiva, con unas palancas muy definidas.

La inestabilidad mundial está ralentizando los intercambios comerciales, lo que supone un menor volumen de mercancías a transportar, y cuya última consecuencia es la bajada de los ingresos para las empresas de transporte. Unimos a este punto las ajustadísimas condiciones financieras, con un acceso cada vez más difícil a la financiación por los altos tipos de interés, y nos ofrece la fotografía no solo actual, también la prevista para todo el año.

En cifras, debemos de decir que el mercado crece, pero a un menor ritmo si se compara con años anteriores, como el 2021, que creció un 5%, o el 2022, con un crecimiento del 3.5%. Para el 2023, las previsiones son de un crecimiento que puede rondar el 1% o en caso muy optimista, entre el 1.2% y 1.4%. Las cifras del 2021 y 2022, de todas formas, deben de ponerse muy en «cuarentena», ya que se comparan con ejercicios anteriores de pleno covid.

Las causas, como decíamos, se centran en la inestabilidad de la economía mundial, primero golpeada entre el 2020 y 2022 por el Covid, y a partir del 2022, por la guerra de Ucrania (invasión de Rusia a Ucrania). Este último escenario, alzo los precios de las materias primas, de forma muy notable, y que en la actualidad todavía se mantienen. La repercusión de esta alza se hace notar en todas las cadenas de suministro, con una reducción de los consumos, significando un volumen menor de mercancía a ser transportada, causando la ralentización del crecimiento del negocio del transporte en Europa.

No obstante, esta ralentización, se puede decir, es incluso beneficiosa momentáneamente para el sector del transporte, que en la actualidad tiene importantes problemas para poder incorporar nuevos conductores y personal de tráfico/operaciones. Pero la situación es preocupante, la disponibilidad de camiones será el gran caballo de batalla para los próximos años, ya que las previsiones son que el volumen de negocio del transporte en Europa aumente de forma robusta, mientras las empresas de transporte siguen sin poder incorporar mano de obra a sus flotas.