Nos encontramos aún en un contexto complejo referenciado no sólo por una situación post pandemia, que sigue generando retos relacionados a las nuevas formas de operar y a las capacidades de adaptación de las compañías logísticas, sino también por la situación de los conflictos bélicos recientes que indudablemente afectarán los flujos regulares de mercancías.
Según información de la Asociación de Exportadores (ADEX), la pandemia en un inicio redujo aproximadamente en un 20%, las importaciones peruanas, comparadas las importaciones peruanas comparadas con el mismo periodo del año anterior (Jun. ´19 vs. ´20). En el primer trimestre del 2021, y con los nuevos patrones de consumo, es que inicia la recuperación de las importaciones peruanas en 3.5% por encima de lo importado en el mismo período (US$ 7,265 millones) teniendo a China como el principal proveedor, seguido por EE. UU., Brasil y México. Si hablamos del año completo, la suma supera los USD 50.8 millones, valor histórico que implicó un crecimiento de 40,7 % frente a 2020 (USD 36.1 millones) y de 19,9 % comparado al 2019 (USD 42.4 millones).
Sin embargo, aún existe incertidumbre, tanto por el contexto local como internacional. En enero del 2022, las importaciones peruanas crecieron un 34.2%, alcanzando US$4,6 (récord para dicho mes en los últimos 20 años). Cristian Sotomayor, Especialista en Logística, nos da su visión respecto al papel que juegan los Operadores Logísticos y el impacto que están teniendo en el sector.
En ese contexto, todos los operadores logísticos juegan un papel importante, ya que son ellos los que están al pendiente de lo que ocurre en el día a día y también sobre los cambios o tendencias que se den en el sector. En línea con ello, Cristian Sotomayor, especialista en logística nos responde preguntas referente a los operadores logísticos y su impacto en el sector.
Son vitales para alcanzar mayores niveles de especialización logística. Los operadores logísticos son fuentes de recolección de buenas prácticas y alineado a esto proporcionan mayor agilidad a las compañías al permitir que se dediquen a su core business.
Un operador logístico experimentado permite a la compañía contratante enfocarse en su core de negocio dejando las complejidades logísticas a los operadores especializados. El operador logístico debe ser capaz de entender la necesidad del cliente y desde su rol proponer y aportar activamente acciones que acompañen las metas de crecimiento, logrando esto a través del expertise e información que continuamente captura en campo.
Cada vez son más las soluciones tecnológicas enfocadas a la logística y a cada uno de los procesos que participan en ella. Así, podemos encontrar por ejemplo en el transporte dispositivos de telemetría que ayudan a predecir comportamientos de manejo para lograr eficiencias en uso de combustible, prevenir accidentes, aumentar la vida del vehículo, etc; o por otro lado en los almacenes, podemos contar con procesos de inventariado realizado por drones, con un nivel de precisión cada vez mayor.
Es de suma importancia contar con herramientas tecnológicas que se adecuen a la medida del core de servicios. Esto asegurará, no sólo un servicio correcto de cara a los clientes, sino que además, aportará en los procesos administrativos y de control que se producen en el back office. Una herramienta debidamente desplegada ayuda a capturar eficiencias que contribuyan con los ratios de rentabilidad.
Después de la situación COVID de Enero de este año, aún existen dificultades para soportar la alta demanda de importaciones, lo que complica mucho más el flujo.
El sistema logístico está preparado para soportar cierta volatilidad en los volúmenes y es tarea de los operadores mantenerse en constante búsqueda de alternativas que minimicen el impacto generado por la escasez de recursos, en picos más abruptos como los de cierre de año por ejemplo.
El reto, no sólo es poder gestionar la logística del 100% del volumen, sino también, asegurar los tiempos para poder llevar las entregas a los clientes finales según las expectativas, esto implica una coordinación fina cada vez más entre las distintas áreas de planificación, como ejecución.
La falta de una adecuada infraestructura causa mayor desorden y retrasos en la logística. En ese contexto es más importante aún trabajar con las situaciones que sí controlamos para soportar a las que no. Por ejemplo, una correcta planificación en tiempos de salida, tránsito y retornos suma mucho a la hora de hablar de tiempos. Encontrar nuevas maneras de distribuir a través de centros de cross docking urbanos para reducir la cantidad de traslados hechos en vehículos de mayores dimensiones o contar con plan de rutas alternas son gestiones que ayudan también a mitigar la falta de infraestructura.