Un consorcio liderado por una compañía australiana y que incluye capitales chinos obtuvo una concesión de 50 años para explotar el puerto de Melbourne, el más grande del país, por 9,700 millones de dólares australianos (unos US$ 7,300 millones).
La suma del contrato es superior a los 6,000 millones de dólares australianos que esperaba el gobierno del Estado de Victoria, una localidad portuaria en Australia, para este puerto que cada año recibe 3,000 barcos.
El puerto estará gestionado por un consorcio que incluye a la Queensland Investment Corporation (QIC), al fondo federal Future Fund, el grupo de inversión Global Infrastructure Partners (GIP) y el fondo de pensiones canadienses OMERS.
A finales de marzo Australia cambió la normativa de la entrada de capitales extranjeros en infraestructuras clave tras la polémica por la concesión al grupo chino Landbridge de la explotación del puerto de Darwin por un periodo de 99 años.
“El Estado de Victoria será el gran ganador de este contrato y podrá financiar proyectos para mejorar carreteras, proyectos de irrigación y de energía”, dijo el ministro de Finanzas del Estado, Tim Pallas.