Los drones ya comienzan a ver el cielo despejado para revolucionar la logística

enero 17, 2021

Escrito por: Jorge Choque

La UE da vía libre al uso de aeronaves no tripuladas para tareas de reparto, pero aún quedan muchos flecos técnicos y legales para lograr el despegue definitivo. En la próxima década muchas cosas van a cambiar en el mundo de los sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS), más popularmente conocidos por drones, entre ellas su

La UE da vía libre al uso de aeronaves no tripuladas para tareas de reparto, pero aún quedan muchos flecos técnicos y legales para lograr el despegue definitivo.

En la próxima década muchas cosas van a cambiar en el mundo de los sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS), más popularmente conocidos por drones, entre ellas su uso para reparto de paquetería. Desde el pasado 31 de diciembre una nueva normativa europea permite su uso para dicho fin, pero todavía hay requisitos técnicos y operacionales que cumplir para que sea una realidad. Se trata de un reglamento que contempla escenarios de futuro, para que no se quede obsoleto, pero tal y como recuerda Isabel Maestre, directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), «esta actividad se desarrollará de forma gradual».

Lo primero que veremos serán operaciones relativamente sencillas, en zonas muy concretas y acotadas, «tales como operaciones de emergencia en lugares poco poblados para, progresivamente y gracias a la experiencia operativa que se vaya adquiriendo, ir aumentando la complejidad de las mismas y, por tanto, su valor añadido». El objetivo es revolucionar la logística y movilidad urbanas a través de los UAS «para lo que es imprescindible solucionar algunos de los retos tecnológicos que ya se están encontrando, como es el caso de la cobertura de la señal, la autonomía de las baterías o el impacto medioambiental», resalta Maestre.

El sector de la logística apuesta por incorporar los drones para el reparto de la última milla, ya que se espera que abarate los costes, y acompañan de cerca la evolución del sector. «La parte logística demanda el uso del dron en la última milla. Entramos en una nueva era de la movilidad. Con la nueva normativa habrá que esperar todavía unos tres años para que los drones compartan espacio aéreo y poco a poco se integren en las ciudades. Empezamos una década del cambio, de la integración», indica Isabel Buatas, directora de Expodrónica, feria en la que se muestra todos los usos del dron en cualquier tipo de industria.

La pandemia y el temporal Filomena han dejado claro el papel de los drones en situaciones de emergencia y catástrofes, al poder llegar fácilmente a zonas de difícil acceso. Además, en estos últimos años, se han ido desarrollando algunos proyectos de reparto con UAS como es el caso de Pharmadron, la primera iniciativa de distribución de medicamentos a farmacias mediante drones, llevada a cabo por Delsat y Novaltia. El grupo Sesé y Seat cuentan con un servicio para el suministro de componentes con drones entre una nave logística y la fábrica de Volkswagen en Martorell. «Son herramientas que ayudan a la sociedad, son seguros y suponen menos costes para las acciones», afirma Buatas. «Se sigue innovando mucho en el sector, desarrollando aplicaciones, y tendrán un uso importante en la logística», puntualiza.

Ángel Macho, director de Unvex, salón dedicado a los vehículos aéreos no tripulados tanto civiles como militares, también cree que el crecimiento de los drones en el sector logístico va a ser grande, pero «hay muchas dudas por resolver». Cuando hablamos del reparto de la última milla «hay un riesgo alto porque se trata de zonas urbanas y territorios privados», reflexiona. Ahora mismo «la capacidad de carga es baja y vuelan 30 minutos», señala, con lo cual habría que compaginarlo con el sistema tradicional. Con el tiempo, «tendremos pilas de hidrógeno que duran más y los sistemas serán cada vez más robustos», añade. El director de Unvex distingue dos escenarios al hablar de la última milla. Por un lado, «en las zonas remotas, despobladas y complicadas, donde el uso de drones resulta más barato y es mejor». Sin embargo, «para la última milla del paquete que ahora recibimos en la puerta de casa nos vamos a encontrar con más limitaciones físicas y legales».

Primeras entregas

Las compañías de transporte y logística están realizando desde hace años proyectos experimentales con UAS y su uso en el interior de los almacenes es ya una realidad. DHL Express, por ejemplo, comenzó a usar los drones en entregas en Alemania, en 2013, con su «Parcelcopter», con productos médicos solicitados por una farmacia local en Bonn y han realizado desde entonces otras pruebas con entregas en áreas remotas, integración con la red logística y entregas de emergencia. Desde la compañía aseguran que «la principal ventaja es poder realizar entregas en zonas de difícil acceso y con infraestructuras limitadas o zonas montañosas, por ejemplo. Es un sistema de transporte sostenible, por su bajo ruido y porque vuela a un mínimo de 80 metros sobre el suelo asegurando una mínima perturbación en la flora y la fauna, además de ser 100% eléctrico». En cuento a los retos, «el entorno regulador, la privacidad y la integración en las redes existentes». DHL Express se ha asociado además a EHang para abordar los desafíos de la última milla en zonas urbanas de China. Trabajan desde mayo de 2019 en esta solución que incluye la carga y descarga totalmente autónoma.

Correos, por su parte, realizó el año pasado pruebas de reparto con drones en Asturias. La empresa postal está evaluando la viabilidad de esta tecnología para ayudar a los carteros en el desempeño de su labor, con la intención de mejorar sus condiciones de seguridad. En 2013 Amazon lanzó también su reparto con drones Prime Air y ha probado su tecnología en, por ejemplo, Reino Unido, con entregas desde 120 metros de altura en las afueras de varias ciudades británicas. Google estrenó en Australia su servicio Project Wing para llevar con drones suministros, medicinas y ayudas a zonas remotas o de difícil acceso.

Zaragoza, laboratorio de movilidad aérea

En Zaragoza se trabaja en varios proyectos con el fin de convertir a la ciudad en el escenario de prueba para la movilidad del futuro. Uno de ellos es el europeo Flying Forward 2020 que pretende impulsar la era de la movilidad aérea urbana sostenible. «Queda mucho por hacer y muchos temas técnicos y de seguridad que resolver», reconoce Natalia Chueca, consejera de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza. Además, la capital maña lidera un grupo de trabajo por encargo de la DGT, en colaboración con el Colegio de Ingenieros de Aragón y La Rioja, para desarrollar ideas sobre movilidad sostenible en la distribución urbana de las mercancías (DUM). Se trabaja por definir el nuevo marco operativo y legislativo de la DUM. «El siguiente paso será trabajar en una última milla inteligente y sostenible, con reserva previa, automatización», indica Chueca, quien espera que en el plazo de 6-8 años la distribución de paquetes en las ciudades pueda ser una realidad.

Fuente: ABC

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